Un Secreto que ya no guardo.
En el mundillo del arco, desde hace años, se lleva debatiendo entre nosotros los arqueros un mismo tema con respecto a la calidad de un arco. Se hace referencia a la velocidad de los arcos, estabilidad, precisión, regularidad de tiro, agrupación, vibración y un sin fin de dudas y comentarios, que son realizados tanto por gente con experiencia como por principiantes sin ningún fundamento técnico. Cada arquero siente una sensación diferente cuando prueba el mismo arco, dando una valoración personal y siempre discutible sobre las características del arco. La mayoría nos dejamos influenciar por la belleza del arco, por el nombre del fabricante e incluso por el precio.
Cuando probamos el arco de un gran fabricante Americano que cuesta 1200 € no terminamos de apreciar la sensación que nos deja cuando lo único que hemos hecho es tirar una flecha con un arco que vale 1200 €. Solamente nos hemos preocupado por ver si la flecha ha dado en el blanco y si no es así nos echamos la culpa a nosotros mismos, porque hemos hecho una mala dejada o no hemos anclado bien, etc. Cualquier excusa es buena, teniendo en cuenta que estamos tirando con un gran arco y no podemos hacer una mala crítica.
La verdad es que no hemos puesto la atención suficiente para probar un arco ya que si nos dejan un arco para tirar un par de tiros lo único que podemos hacer es comentar la buena o mala sensación que nos pueda dejar en ese momento después de tirar esas dos flechas y sin tener que preocuparnos para nada por la precisión.
Si por lo contrario nos dejan probar un arco de 250 €. Seguro que nuestra crítica será más positiva opinando baratamente y diciendo aquello de “no tira mal para lo que vale”. Es muy difícil opinar con criterio, pues para ello deberíamos probarlo varios días y hacerlo pasar por un buen test de pruebas para analizar lo bueno y malo de ese arco y poder dar una opinión personal de su funcionamiento y la relación calidad precio.
A partir de estas divagaciones, un día me surgió la idea de medir con seguridad todos estos factores que se han estado poniendo de manifiesto. Ahora que estoy probando arcos a diario, ante todo quiero decir que me cuesta opinar sobre las diferencias entre algunos productos puesto que hoy estamos muy avanzados tecnológicamente. La mayoría de fabricantes que llevamos años produciendo e investigando utilizamos materiales muy técnicos que unidos a nuestros años de experiencia nos hacen obtener los mejores resultados.
Por eso os quiero hablar de mi sistema para probar los arcos, pues mi trabajo requiere estar siempre probando y comparando para ir siempre un paso por delante de muchas empresas de renombre. El sistema que yo utilizo no es ni más ni menos que una máquina que en un principio construí para probar los prototipos, sometiéndolos a miles de flexiones, cientos de disparos con flechas muy por debajo del peso recomendado, incluso disparos en vacío para ver su resistencia y durabilidad y así mejorar el producto.
La verdad es que he invertido miles de horas y hasta hoy después de 10 años me sigue dando buenos resultados, demostrándome que esta máquina si que sabe analizar con precisión los puntos de los que anteriormente os hablaba, dando unos resultados impresionantes.
Aparte de medir la fatiga de mis prototipos, la he ido modificando y adaptando para que pueda medir la velocidad exacta de un arco, a causa de que siempre tensa con la misma dinámica, ancla a las pulgadas exactas y la suelta de la cuerda es perfecta. Por lo cual la medida de la velocidad de la flecha es inmejorable, llegando a soltar cinco disparos con la misma velocidad. Cosa que ningún arquero ha conseguido. También efectúa disparos con precisión, demostrándonos a cualquier arquero que si le dejamos nuestro arco tira mejor que nosotros, hasta el punto de hacerse Robín ella sola . (Siempre y cuando el arco esté bien construido y ajustado)
Al mismo tiempo que tensa nuestro arco a la apertura que le programemos, nos dice el peso real en libras de nuestro arco en cada disparo y nos da la lectura de la progresión. Cuando la mantenemos tensando nuestro arco entre tiro y tiro, podemos saber el % de pérdida por Histéresis. También podemos obtener la lectura de un dato muy importante que es la medición de la vibración y desplazamiento al efectuar el disparo, pues ése golpe de sacudida es el que tanto nos molesta y la causa de tantas lesiones en este deporte.
Todo este trabajo tiene su recompensa después de muchas horas de investigación, hasta conseguir las modificaciones necesarias en los prototipos. Modificaciones que seguidamente se aplican a los nuevos modelos, haciéndolos así más seguros y efectivos.
Cuando haces comparativas montando en la máquina arcos de otros fabricantes de gran renombre y sometiéndolos a pruebas se pueden hacer muchas observaciones. A la hora de cotejarlas nos demuestran que no es oro todo lo que reluce, dando esos arcos grandes fallos de progresión, velocidad, y otros desajustes de tiller, tips, centershot, sincronización. Etc. Estos fallos se aprecian a simple vista sin necesidad de una máquina y esto nos demuestra que algunos llevan más de 15 años fabricando el mismo modelo, sin ninguna evolución y sin grandes prestaciones. Por eso pienso que los arqueros de hoy se merecen algo más y los que realmente somos arqueros y construimos arcos por vocación tenemos que estar al día ya que somos los que realmente sabemos que arco y que ajustes necesita cada campeón.
Pienso que todos los fabricantes del mundo deberían hacer un esfuerzo similar. Es de gran ayuda para probar y mejorar los nuevos prototipos antes de sacar al mercado los modelos definitivos trabajando más y mejor en el buen funcionamiento y prestaciones de nuestros arcos.
Dioni Martínez